Hace poco más de tres décadas que se publicara el artículo que serviría como punto de referencia de otros estudios sobre semen sexado, después de una serie de investigaciones comenzadas a medios de los 1970´s . Desde entonces, la tecnología de separación de semen por sexo ha pasado por diversos momentos de retos y desarrollo, pero poco a poco ha sido mejor recibido y adoptado por los productores. Actualmente, esta tecnología es usada en casi todas las industrias animales (carne, leche, cerdos, ovejas, cabras, caballos y venados) con excepción de aves de corral; y en los esfuerzos por conservar especies silvestres amenazadas.

El proceso de sexado es desafiante para los espermatozoides, tanto física como bioquímicamente; en primera instancia por la cantidad de pasos a seguir antes de estar listo para su criopreservación. En comparación con el procesamiento de semen convencional, que suele tener mínimos puntos de intervención (entre 3 o 4), la preparación de semen sexado suele estar llena de “pasos” previos a la congelación de las pajillas (a veces hasta 20 pasos). No es de extrañarse que la función de la célula espermática se vea afectada debido a la manipulación y, actualmente, los avances más importantes en el desarrollo de está tecnología han sido encaminados a disminuir estos efectos colaterales.

Uno de lo efectos más lógicos es el porcentaje de preñez en comparación con el semen convencional, pues el primero siempre ha estado un poco por debajo del segundo. La mayoría de los estudios concluyen que esta diferencia se debe, principalmente, al manejo excesivo que la separación por sexo de espermatozoides implica así como los cambios en el ambiente de la célula al ser sometidas a diferentes medios. Todo lo anterior, contribuyen a generar un estrés mayor en la célula espermática.

Aunado a ese manejo, se debe considerar que las dosis de semen sexado suelen estar menos concentradas que las dosis de semen regular. Algunos estudios sugieren que aumentar la concentración de células espermáticas podría ayudar a disminuir los efectos de este factor; sin embargo, aún no hay resultados concluyentes.

Aunque el semen sexado tiene menos uso que el semen convencional, se ha visto un incremento importante en los últimos años. Las principales motivaciones puden ser:

1° La “imposición” del sexo de la descendencia en los hatos. Mientras en los hatos cárnicos se desea una prole de machos, los hatos lecheros buscan generar reemplazos de sus propias vacas; sin mencionar que, en algunos estudios, se ha visto un ligero incremento de la producción láctea en vacas primíparas gestantes de hembras; aunque los resultados aún no son concluyentes.

2° Disminución de casos de distocia. Se ha visto que el uso de semen sexado puede reducir hasta un 20% las distocias, así como las muertes por el mismo problema, ya que un 57% de las hembras gestantes se pierden cuando el becerro es macho.

3° Mejoramiento genético acelerado. Al tener un control en el sexo de la descendencia, y a traves de los estudios genómicos actuales, se puede tener una mejor selección de sementales para generar pie de cria que impulse el avance genético dentro de los hatos.

Finalmente, debemos mencionar que el semen sexado combinado con biotecnologías reproductivas puede ayudar a los hatos a alcanzar sus metas productivas al permitir la obtención de más de una cría de una hembra elegida cruzada con el semental de elección y, además, dicha cría será del sexo que el productor este buscando, dando como resultado la obtención de buenos reemplazos, disminuyendo el desperdicio de becerros por ser machos; o permitiendo la cría de machos productores de carne.

Sea cual sea el objetivo que el productor este buscando, el semen sexado puede ser una excelente alternativa combinado con buenos programas productivos dentro de su hato. Mantengamos ojos atentos en el incremento de su uso y los beneficios que puede traer en el mediano plazo.

The post Semen sexado y su uso en rebaños bovinos appeared first on Veterinaria de Bovinos.

El proceso para producir embriones in vitro comprende la maduración de los ovocitos, la fertilización, el desarrollo de los embriones y su posterior transferencia en la hembra, los primeros pasos en ambientes controlados de laboratorio.

Muchos han sido los retos que el avance de esta tecnología ha enfrentado desde la primera becerra nacida a través de IVF ya que la mayoría de las técnicas eran traídas de las usadas en humanos. Por ejemplo, la obtención de ovocitos y la transferencia de embriones se realizaba por laparotomía, y este fue el método predilecto durante los primeros diez años para el tratamiento de animales con problemas reproductivos.

El gran avance en las investigaciones se alcanzó gracias a la obtención de ovocitos de ovarios de rastro, permitiendo así el descubrimiento de los métodos de maduración de los gametos femeninos así como la capacitación espermática necesaria para la fecundación de estos.

Entre la década de 1990 y 2000, la mayoría de los esfuerzos se enfocaron en desarrollar un medio que permitiera a los ovocitos de manera adecuada; sin embargo, al usar células obtenidas de ovarios de rastro los resultados no eran 100% claros. Se vio, entonces, que la estimulación causada por la FSH in vivo tiene un efecto importante en el proceso de maduración in vitro. Muchos fueron los ingredientes usados en medios de maduración; pero, en los 90’s tempranos, las hembras usadas como donadoras eran tratadas con FSH buscando incrementar el número de folículos pre-ovulatorios y, así, facilitar la maduración de los mismos.

Para los años siguientes (2000-2010), se descubrió que no solo era importante la FSH, pues esta hormona por sí sola causaba importantes variaciones en los resultados; también se entendió la utilidad que la LH tenía en los ovocitos aspirados cuando estos eran de 8 mm, aproximadamente. Hubo cambios en los protocolos de sincronización y estimulación de las vacas donadoras, buscando tener una maduración de ovocitos más constante.

Actualmente existen diversos estudios dirigidos a diferentes corrientes. Están, por ejemplo, los que aseguran que la producción de ovocitos mejora en vacas estimuladas con FSH, mientras que hay autores que sostienen que el uso de FSH tiene impacto directo en el desarrollo embrionario, especialmente en Bos Indicus; sin embargo, el análisis costo/beneficio del uso de FSH no ofrece razón suficiente para sostener el tratamiento de hembras donadoras con dicha hormona. 

Después de 2010, los avances más importantes estuvieron en el campo de la genómica. Gracias al mejor entendimiento que se tiene en esta herramienta, hoy se puede tener conocimiento del valor genético de los animales antes de que nazcan, incluso antes de que el embrión sea implantado en las receptoras. Así mismo, se puede tener una mejor selección en las hembras donadoras con el objetivo de acelerar el proceso de mejora genética dentro de los hatos. Por otro lado, el uso de semen sexado ha tenido un impacto importante en ese proceso de mejora.

La IVF ha sido una técnica en constante evolución, los últimos 40 años han sido prueba de ello. Posiblemente dentro de poco veremos el uso de técnicas menos invasivas en los bovinos que ya son utilizadas en humanos. Es importante mencionar también que el área de la criopreservación de embriones aún requiere de investigación y de aplicación de nuevas técnicas para la mejora de resultados en tasas de preñez y de sobrevivencia de los embriones después de ser descongelados. La tecnología, en general, ha madurado y podemos estar seguros que seguirá en ese proceso por varias décadas más.

The post Algunos datos históricos en la producción de embriones bovinos in vitro appeared first on Veterinaria de Bovinos.

En este lugar encontrarás publicaciones periódicas basadas en artículos de divulgación científica, capítulos de libros y sitios web confiables, todo bajo un estricto régimen de análisis y evaluación de la veracidad de las publicaciones citadas.

Espero que encuentres este blog útil y puedas incrementar tus conocimientos sobre Medicina Veterinaria de Bovinos; de ser así, recomienda el blog a algún amigo.

Gracias.

The post Bienvenida appeared first on Veterinaria de Bovinos.